Esta página intenta ser un espacio multicultural donde todas las personas con inquietudes artísticas, en cualquier terreno que sea puedan publicar sus creaciones en forma libre y sin ningún tipo de censura. Son bienvenidas todas las muestras de las bellas artes que los lectores del blog nos quieran acercar. El único criterio válido es el de la expresividad, y todo aquél que desee mostrar sus aptitudes no tendrá ningún tipo de censura previa, reparos o correcciones. Este espacio pretende solamente ser un canal más donde los artistas de todas las latitudes de nuestra Iberoamérica puedan expresarse. Todas las colaboraciones serán recibidas ya sea en nuestro correo todaslasartes.argentina@gmail.com o bien en nuestra página en facebook denominada "Todas Las Artes Argentina" (Ir a http://www.facebook.com/profile.php?id=100001343757063). Tambièn pueden hacerse amigos de nuestra Página en Facebook yendo a https://www.facebook.com/pages/Todas-Las-Artes-Argentina/249871715069929

jueves, 24 de febrero de 2011

FOTO – GRAFÍAS ©, por Carlos Alejandro Nahas, de Buenos Aires, Argentina


Benito no recordaba otra vida. La suya era ésa, entre anteojos, cristales y marcos.
            Se había criado en la óptica de su padre, jugando con lentes y patillas. Cuando Papá no estuvo más a Benito no le quedó otro recurso que seguir el negocio familiar, total la casa estaba atrás del local. Mamá se había ido cuando él era chico y su hermano estaba en Australia. Tal vez cazaba cocodrilos, tal vez atendía un bar, tal vez estaba muerto. Su última carta era de hacía cinco años y amarilleaba en la cocina.
            Orillando los cuarenta conoció a Elsa, buena mujer, pero nada del otro mundo. Buen desayuno, mala cena. Como ambos estaban solos, juntaron sus huesos roídos por la desesperanza y ella mudo unas pocas cosas a la casa de él. Primero el cepillo de dientes, luego un par de bombachas, cuando él se quiso dar cuenta Elsa ya atendía el teléfono verde de la sala.

martes, 22 de febrero de 2011

EL BURRO GRIS, por María Agustina Nahas, de Buenos Aires, Argentina


Facundo era adicto a los cigarrillos. Digo "era" porque nunca más lo vi desde que dejó mi consultorio en Santa Fé y Pueyrredón hace ya un año y medio. No contesta a la casa ni al celular. Si no ha muerto ya, se lo habrá tragado la tierra en el mejor de los casos, bien le hace su desaparición al mundo. Usted, lector entretenido (entretenido, o eso supongo), ¿Qué tenía de malo aquel tipo, Facundo? Pues yo le contestaré con la mayor objetividad posible: Aquel hombre era un mal a la humanidad. No era un criminal, sino que su ignorancia era un insulto a lo que suele ser una persona. Era un hombre cuya estupidez sobrepasaba los límites normales: hay gente que muestra su mediocridad viendo programas televisivos absurdos, o están aquellos cuyo fin existencial es el dinero. Este hombre harto supera estos parámetros; en todos mis años de psicoanalista, nunca me encontré con una muestra tan clara de la INvolución humana.
Facundo Rodríguez se presentó a mi consultorio una tarde de fines de mayo del 2008. Otro "paciente"(no me gusta llamarlos así, prefiero llamarlos "amigos" y que así piensen que somos iguales) me recomendó a este hombre, el cual confirmó una cita con mi secretaria. Aquel día apareció abatido en mi consultorio (con el tiempo me iría dando cuenta de que él ERA un hombre abatido); Debía tener unos cuarenta años, era algo gordo pero su apariencia distaba de ser intimidante. Era de aquellos hombres grandes y miedosos. Esto no tiene nada de malo, pero el especial interés por relatar la sucesión de problemas y desgracias de su vida me mostraba que su existencia se veía reducida a amargarse y esperar más desastres. Mientras él se retorcía en su asiento, hablé.

lunes, 21 de febrero de 2011

MUNDO CAÓTICO, pintura por Juan Manuel Nahas, de Buenos Aires, Argentina

ARTISTA, por Eva Marabotto, de Buenos Aires, Argentina


“Artista”, respondía José cada vez que alguna maestra le preguntaba qué iba a ser cuando fuera grande. Y no sabía muy bien a qué disciplina dedicaría. Pero de algo estaba seguro: jamás iba a atender la fiambrería que sus padres tenían en una  esquina concurrida de Caballito. Lo de él era el dibujo y adoraba que la señorita Denise elogiase sus trabajos en la hora de Plástica. O quizás las tablas, ya que se ofrecía para cuanto acto organizasen en la escuela, tanto si había que hacer de Sarmiento como de burro en el pesebre navideño.

viernes, 4 de febrero de 2011

TU CAMINO, por María Carmen Buelga Otero, de Buenos Aires, Argentina


El camino que baja de la montaña

es más rápido y fácil

pero no te lleva a la cima.


Los hombres que toman el camino fácil
no abren camino
ni buscan un camino.

Hay hombres que usan el camino
hay hombres que con coraje
realizan su propio camino.

jueves, 3 de febrero de 2011

RITA, por Eva Marabotto, de Buenos Aires, Argentina


Rita no se había casado jamás y nadie en el barrio podía explicarse el motivo. A los trece era toda una mujer, espigada y morena, con unos inquietantes ojos marrones. Sino, que lo digan los muchachos de la fábrica de enfrente, que salían a almorzar con sus viandas en la vereda y la piropeaban de lo lindo. Ni hablar de sus compañeros de escuela. Todos estaban secretamente enamorados de ella, aunque no les llevara el apunte.
Su madre decía que la culpa la tenían los libros, porque desde chiquita le habían “sorbido el seso”. En el recreo, cuando las nenas de su edad jugaban al elástico o a la soga, Rita sacaba un libro de cuentos del portafolio de cuero. A los quince  empezaron los bailes  y sus amigas les rogaban a sus madres para que las acompañasen a la milonga del club. Pero ella prefería quedarse en casa para terminar de leer aquel libro de Faulkner.

miércoles, 2 de febrero de 2011

LOS PASOS DEL REVOLUCIONARIO de Jacques Pierre, de La Matanza, Argentina


Un auténtico revolucionario camina para no estarse quieto.
Y al caminar,  va silbando, ahuyentando los demonios de miedos y bajando los cantos del cielo.
Y en su caminar va danzando, cual pase de baile su andar semeja pues los caminos nuevos que nunca de huella en faro se prestan.
Tan nuevo como su sendero es, nuevo su andar ha de recorrerse y nuevos sus pies también.
Y cuando camina va riendo, para ubicar a los problemas en su lugar y por fuera detrás.
Para levantar una muralla insalvable a las penas y al dudar.
Y su sonrisa comparte porque el revolucionario no es de gustar solo andarse. Cada sonrisa recibe otra reflejada y a quién que le ve radiante como un sol, él se acerca al oído a decir: "Donde tú ves uno, dos reflejados en tus ojos es. Lo que bueno ves, multiplica. Y en tu corazón ya son tres.".
Un auténtico revolucionario hace su andar en revolución.

martes, 1 de febrero de 2011

CONGELADO ©, por Carlos Alejandro Nahas, de Buenos Aires, Argentina


No recuerda Juan el momento en que se quedó dormido. Fue una siesta prolongada, como de cuatro horas. Pero se despertó tiritando, congelado. Él sabía que esa época del año no era muy propicia, pero cuando abrió los ojos una leve escarcha teñía sus párpados. Los nudillos morados, las coyunturas del cuerpo le latían. Se sentía completa e irremisiblemente helado.

            Estaba sentado en el living de su departamento, que daba sobre la avenida Santa Fe. María Luisa había salido con la madre, sus dos hijos mayores estaban bien casados, María de las Mercedes, de vacaciones con sus amigas y él sólo, en un inhóspito domingo con el fiel Tony, un ovejero alemán que se calentaba él o que trataba de calentarle los pies. En el momento no vio la diferencia ni le importó.