Esta página intenta ser un espacio multicultural donde todas las personas con inquietudes artísticas, en cualquier terreno que sea puedan publicar sus creaciones en forma libre y sin ningún tipo de censura. Son bienvenidas todas las muestras de las bellas artes que los lectores del blog nos quieran acercar. El único criterio válido es el de la expresividad, y todo aquél que desee mostrar sus aptitudes no tendrá ningún tipo de censura previa, reparos o correcciones. Este espacio pretende solamente ser un canal más donde los artistas de todas las latitudes de nuestra Iberoamérica puedan expresarse. Todas las colaboraciones serán recibidas ya sea en nuestro correo todaslasartes.argentina@gmail.com o bien en nuestra página en facebook denominada "Todas Las Artes Argentina" (Ir a http://www.facebook.com/profile.php?id=100001343757063). Tambièn pueden hacerse amigos de nuestra Página en Facebook yendo a https://www.facebook.com/pages/Todas-Las-Artes-Argentina/249871715069929

lunes, 29 de agosto de 2011

PUNTADAS DE RASO SOBRE AMAPOLA Y ORTIGA, poemas por María Teresa Bravo Bañón, de Alicante, España. Ilustración de Nicoletta Ceccoli.


CADENETA SIMPLE
Cada ser humano está llamado para ser héroe
de su propia vida y que nadie espere redención,
si no está dispuesto a ganársela con los puños.

Habrá de roturar su vida como un bosque
y arrancar los zarzales de las acequias,
antes de construir los silos de la bienaventuranza .
Que no saque su escudilla para recolectar
la lluvia del maná prometido, mientras sestea
bajo las  generosas sombras de las parras;
porque la dádiva que le llegue,
quizás sea una nube de langostas.

NOVEDADES EDITORIALES - LA CASA PIERDE DE JUAN VILLORO


El mexicano Juan Villoro ganó el Premio Herraldede novelador El testigo y el Premio Rey de España de periodismo. Visitó la Argentina para dar un curso sobre periodismo narrativo de la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) que preside el Premio Nobel Gabriel García  Márquez.
Su presencia coincidió con la llegada a las librerías de La casa pierde, una colección de cuentos editado por Alfaguara, protagonizados por personajes derrotados y aislados del mundo que provienen del mundo del deporte, el fútbol.
Cada historia explora esos meandros donde la duda secreta, el rencor fielmente guardado o el dolor punzante y eterno obligan a crear situaciones tensas, a enfrentar rechazos y a ejercer una violencia desarmada contra los otros y contra sí mismos.
Villoro nació en la Ciudad de México en 1956. Ha sido profesor en la Universidad Autónoma de Madrid, en Yale y en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. También ha traducido, entre otras obras, 'Memorias de un antisemita', de Gregor von Rezzori, y 'Un árbol de noche', de Truman Capote, publicadas en Anagrama, y 'Aforismos', de Georg Christoph Lichtenberg. Durante tres años dirigió 'La Jornada Semanal', el suplemento cultural del diario mexicano 'La Jornada'



viernes, 26 de agosto de 2011

LA TRAICION, corto cinematográfico, por Carlos Alejandro Nahas, de Buenos Aires, Argentina

PRIMER CORTO CINEMATOGRÁFICO ÍNTEGRAMENTE PRODUCIDO POR "TODAS LAS ARTES ARGENTINA". ESPERAMOS LO DISFRUTEN



PARA VERLO SOLO DEBEN CLICKEAR ABAJO, DONDE DICE EN GRIS "LA TRAICIÓN" O BIEN EN EL TÍTULO DE ESTA NOTA.


EL HOMBRE AZUL, por Elizabeth Oliver de Abalos, de Montevideo, Uruguay

Noelia no había logrado conservar consigo a sus seres más queridos. Huérfana desde pequeña, afrontó la vida con el apoyo de su amiga Claudia, luchando juntas para abrirse camino. Pero Claudia se fue apagando en su enfermedad, lentamente, hasta dejarla sola.
Buscó el amor en Julián… y encontró el fracaso. Después de él, ya no volvió a existir como mujer… él la destruyó. Lo amó tanto que apagó su propia luz para dejarlo destacarse… En cambio él… jugó con ese amor hasta la humillación.
Cuando logró asumir la realidad, sin anuncio ni despedida, vestida con el uniforme gris y la blusa de seda blanca, a la hora de ir al trabajo salió de la casa, para no regresar más.

jueves, 25 de agosto de 2011

SILENCIO, por Eva Marabotto de Buenos Aires, Argentina

A veces la lengua se me aletarga. Va perezosa como el arroyo entre las piedras en época de verano. En esos momentos dudo entre la palabra en español para designar un objeto, un animal o un árbol y la de mi lengua materna.
            Me angustia esa confusión. De chango aprendí el dialecto de mis ancestros. Incluso antes de ir a la escuela un viejo de la tribu reunía a los chicos y los llevaba a recorrer los cerros. Su dedo huesudo y largo señalaba plantas, animales, colores y aromas y pronunciaba el nombre que los hijos del Sol, nuestros mayores, le habían dado en el principio de los tiempos.

miércoles, 24 de agosto de 2011

POEMAS INDIOS, por Alejandro Gómez García, de España


Aún recuerdo el día en el que me  abrazaste por primera vez.
Parecido a este,
también había un gran árbol cerca y se oía el agua.
Tus pupilas son las mismas que las de entonces;
tu cuerpo es otro, si,
pero tu espíritu sigue siendo el mismo,
el mismo que aquel día me hizo quererte para siempre.
Ahora te he encontrado en una ciudad,
lejos de nuestros hermanos y de nuestra tierra.
Dices que te vas,
que quieres saber quién eres
-yo también-.
Pero esta vez no me preocupa,
sé, que volveré a encontrarte,
en otro lugar,
en otro tiempo,
en otro cuerpo,
en otro abrazo
que nos devuelva a los dos
aquel día en el que nos conocimos.

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lunes, 22 de agosto de 2011

MIS CONVERSACIONES CON AZORÍN. LA CASA DE LOS SIETE BALCONES II. EL REALISMO MÁGICO, por Vicente Adelantado Soriano, de Valencia, España


Tonificados gracias al agua, proseguimos, sin prisas, casi tomando a broma al cielo amenazador, con nuestra particular discusión sobre la obra de Casona. Nos encaminamos ya hacia el pueblo.
-Casona nos está resultando un perfecto pretexto para hablar de la literatura en general.
-Sí, tiene usted razón. Pero quizás no deberíamos divagar tanto. ¡Santo Dios! ¿Todavía tiene usted más papelitos?
-Le prometo que es el último.
-Lea, lea.
-Es de su mismo artículo, del citado anteriormente. Y dice así: “En el trabajo de la crítica hay que ser preciso y exacto.”
-Me parece muy bien, aunque lo haya dicho yo.
-Es de su mismo artículo, del citado anteriormente. Y dice así: “En el trabajo de la crítica hay que ser preciso y exacto.”
-Me parece muy bien, aunque lo haya dicho yo.

NOVEDADES EDITORIALES - RUMBLE DE MAITENA

A lo largo de once libros de viñetas Maitena Buerundarena hizo rabiar a los hombres y reír a las mujeres con sus ácidas escenas del universo femenino y la vida en pareja. Pero esta mes la autora de "Mujeres alteradas" se anima a la ficción y presenta su primera novela Rumble, editada por Lumen. Se trata de una historia de tintes autobiográficos sobre una preadolescente de 12 años, hija de una familia numerosa, católica y acomodada, que vive en la Buenos Aires de los años setenta, entre la muerte de Perón y el Mundial 78.
En las revistas de historietas, 'rumble' es el sonido de la tierra vibrando bajo tus pies, cuando caen las rocas por la ladera o está a punto de explotar un volcán. Lo escriben en letras rojas con los bordes en zigzag, pero Maitena Burundarena lo usa para dar vida a una voz cálida, ingenua y malvada a la vez: la de una niña que no puede dejar de transmitirnos su temblor, su rumble particular.
Maitena Burundarena nació en Buenos Aires en 1962. Como dibujante ha publicado once libros de historietas, entre los que destacan los pertenecientes a Mujeres alteradas: es su serie más exitosa, ha sido traducida a doce idiomas y publicada en más de treinta países.
"Mis compañeras de séptimo grado se pelean por entrar en el cuadro de honor o salir mejor compañera. Hay una morocha con pecas, nieta de un premio Nobel y más blanca que el bicarbonato, que se jacta de tener asistencia perfecta. Es el cuarto colegio al que voy en siete años, pero no creo que llegue a encontrar otro tan aburrido", cuenta en primera persona esa cuasimujer que arranca un viaje iniciático que la aparta de la familia y el colegio para encontrarse consigo misma.


viernes, 19 de agosto de 2011

LA IMAGEN, por Miguel Ábalos, de Montevideo, Uruguay

Mantenía una agradable figura  -hasta entonces acrecentada por su alegría de vivir-,  a pesar de sus años. Los había vivido intensamente, salvando con acierto los obstáculos que el destino le había deparado.
Esa tibia tarde de setiembre, sentado sobre las rocas, de frente al río, miraba las aguas limpias que se confundían en el horizonte con un cielo claro y azul. Buscaba en ese lugar la serenidad que había perdido hacía varios días.
Se levantó lentamente y se encaminó hacia su casa, a pocas cuadras de allí. La tristeza reflejada en su rostro asombraba a sus conocidos. Había estado ausente una semana. Levantó una persiana y el tibio sol de la tarde que avanzaba reflejó su figura en el alargado y antiguo espejo del dormitorio.

jueves, 18 de agosto de 2011

LA DESPEDIDA, por Eva Marabotto, de Buenos Aires, Argentina

El día que cumplió 65 años Antonio decidió que era tiempo de matarse. No es que fuese infeliz. En absoluto. Disfrutaba de un buen pasar económico, contaba con un grupo de amigos fieles. Tenía tres hijos maravillosos. La mayor, Laurita, hasta le había dado un nieto al que le gustaba sacar a pasear al cine en 3 D o al Museo de Ciencias Naturales a ver dinosaurios.
            Cierto que había perdido a Alicia, su compañera, hacía más de diez años. Se la llevó el cáncer después de hacerla sufrir más de lo necesario. Por eso su muerte fue un alivio para todos los que la amaron. El la extrañó horrores al principio, y después se fue acostumbrando a su ausencia.

miércoles, 17 de agosto de 2011

LA REINSERCIÓN DE EMILIO TRASLAVIÑA, POR FEDERICO M. RODRÍGUEZ, DE LA PLATA, ARGENTINA


A cierta edad los chicos se enamoran de las armas de fuego más espontáneamente que de las mujeres. A algunos hombres – siempre violentos para amar – les ocurre de mayores, máxime si los negocios íntimos no andan muy católicos. Tal fue el caso de Emilio Traslaviña, herrero de yeguas y caballos, quien, sin sospecharlo, se transformó de un pobre hombre al que le faltaban agallas para usar la violencia contra nada que no sea su yunque (un pasivo lector del diario de la tarde, un aficionado inofensivo de las armas, un asesino de latitas), en uno de esos psicópatas para quienes nada se interpone entre el deseo y la acción.
Una noche se desnudó con su novia y llevó una botella de pisco peruano a la cama. El lecho estaba cubierto con telas multicolores y perfumado con mirra. Pero estaba tan ebrio que no pudo consumar. Culpó a la mujer por su impotencia – por no ser bonita y gorda, como las mozas que persiguen los enamorados – y se enfureció. Le pidió a la fémina, de mala manera, que lo ayude. ¡Y con la boca!, puntualizó, mientras dejaba ver el extremo de su arma.
- La he besado hace un momento – respondió la mujer. Y sin estar intimidada, lo despreció diciéndole que acariciarlo en ese estado le resultaba algo impuro y frío como tocar el cadáver de un reptil. 

lunes, 15 de agosto de 2011

MIS CONVERSACIONES CON AZORÍN. LA CASA DE LOS SIETE BALCONES I. EL REALISMO, por Vicente Adelantado Soriano, de Valencia, España

El cielo estaba nublado, aun así hacía calor. Pensé que tal vez fuera útil salir de casa provisto con un paraguas. De joven los paraguas no me gustaban nada. Me molestaban. Prefería mojarme a cargar con ellos. Los constipados me hicieron cambiar de opinión. Ahora me encantan los paraguas grandes, llamativos y el sonido de la lluvia al golpear sobre la tersa seda. Al verlo, Azorín me recordó una breve anécdota.
-Me imagino que conocerá usted la anécdota de Valle-Inclán.
-¿Se refiere usted a aquella en la que en una obra de teatro el personaje le dice a una mujer que “eres un cuerpo de seda con un alma de hierro”?
-Sí, a esa me refiero. Yo no sé la cita de memoria, pero creo que sí, es algo así. Y que Valle, al oírlo, se puso de pie en el teatro, y ceceando dijo, “pues es usted un paraguas”.
-Sí, la había leído. ¡Vaya con don Ramón!

NOVEDADES EDITORIALES - YO TAMBIÉN TUVE UNA NOVIA BISEXUAL DE GUILLERMO MARTÍNEZ

El mundo de la universidad, la extranjeridad y el diálogo con la literatura en español, tres de sus tópicos habituales, están presentes en Yo también tuve una novia bisexual de Guillermo Martínez que editó Planeta e integra las listas de los libros más vendidos de todos los suplementos literarios.
            A cuatro años de su última novela La muerte lenta de Luciana el bahiense hilvana un relato sobre una relación ambigua y apasionada entre un profesor y su alumna. Una historia que cuestiona el poder y los convencionalismos.
            "Lo que más me interesaba narrar es algo que no aparece con frecuencia en la literatura: el escalonamiento de una relación sexual, pensada no como “números” o escenas sucesivas, sino como una progresiva develación de los dos personajes. En segundo plano, me interesaba también escribir una novela que fuera a la vez política y privada, y poner el efecto “mayor” del ataque a las Torres Gemelas, con su roce indirecto y fatal, al servicio del efecto “menor” de una historia íntima y oculta a la vista de todos", contó el autor en una entrevista a propósito de la presentación del libro.
            Guillermo Martínez nació en Bahía Blanca en 1962 y se radicó en Buenos Aires en 1985, donde se doctoró en Ciencias Matemáticas. Posteriormente residió dos años en Oxford, Gran Bretaña. En 1989 publicó su libro de cuentos Infierno grande, Premio del Fondo Nacional de las Artes, reeditado por Planeta. En 2003 recibió el Premio Planeta de Argentina con Crímenes imperceptibles, novela que fue llevada al cine por el director Alex de la Iglesia, con el título Los crímenes de Oxford.

viernes, 12 de agosto de 2011

DESTINO DE HERMANAS, por Elizabeth Óliver de Ábalos de Motevideo, Uruguay

"Hace ya más de dos meses que estás ahí, Marisa, y todavía no me hice tiempo para ir a verte… vos sabés mejor que nadie cómo son las cosas, me tendría que hacer una escapada cuando Javier está en el trabajo y dejar todo pronto para que no se entere que salí. Creo que se da cuenta hasta cuando me pongo a pensar en vos. Hoy por lo menos, se fue al Estadio y me pude sentar a escribirte.
Lloro mucho ¿sabés? Yo entiendo todo, lo que hiciste y lo que dijiste, pero hubiera sido mejor si te quedabas callada… te habrían dado nueve años y seguro que en cinco estabas afuera. Pero le gritaste al Juez que Carlos merecía morir y que lo harías de nuevo si reviviera… ¿Por qué, Marisa? Tenés casi cuarenta años… ¿qué va a pasar dentro de treinta? ¿Cómo voy a estar yo aunque sea menor, con esta vida que llevo? Es un calvario igual al tuyo, me voy a ir desgastando al lado de Javier, como vos con Carlos, envejeciendo diez años cada uno que pase. Vos habrías  aguantado igual que yo, cualquier cosa y para siempre… Sólo detuviste tu tortura cuando presenciaste su traición descarada…
¿Por qué tuvimos que encontrarlos aquel día? Dos hermanas más unidas que nosotras no podían existir… ¿Te acordás de nuestro miedo? Teníamos exactamente los mismos gustos, y pensar que pudiéramos enamorarnos del mismo hombre nos aterraba. Una tendría que dar paso a la otra y alejarse para siempre… ¡separarnos! Nos atormentábamos hablando de ese tema y terminábamos abrazadas, llorando, sufriendo de antemano algo que tal vez nunca iba a pasar… Y no pasó. Cuando los vimos quedamos paralizadas; recuerdo tu expresión, como vos recordarás la mía. Ahí estaban aquellos muchachos varoniles, lindos, dicharacheros, tratando de conquistarnos…  Carlos y Javier… los mellizos. Eran iguales para cualquiera, pero vos supiste en ese instante que Carlos era el hombre de tu vida y yo supe que iba a amar a Javier para siempre.

jueves, 11 de agosto de 2011

AVENIDA REFORMA ©, por Carlos Alejandro Nahas, de Buenos Aires, Argentina


Alberto hacía ya veinte días que estaba en México D.F. preparando esa conferencia. Y le quedaban aún diez días más. Demasiado para un porteño de ley como él. El Gobierno Argentino lo había mandado a preparar esa ponencia y su estancia se prolongaría como mínimo un mes en total. Al principio se sintió completamente desorientado. Los casi tres mil metros sobre el nivel del mar, y la forma de ser de los mexicanos tan alejado del prototipo argentino, más la habitual nostalgia que sentía Alberto cada vez que se iba de la patria, hacían un cóctel duro de sobrellevar.

miércoles, 10 de agosto de 2011

UNA VEZ MÁS, por Vicente Adelantado Soriano, de Valencia, España

Ya estoy aburrido, desengañado de la mala fe de todos, convencido de que tan pícaro es Juan como Pedro, y de que no es posible tomar parte activa en la cosa pública sin meterse en fango hasta la coronilla.”

                         Benito Pérez Galdós, El grande oriente

Una vez más el terrorismo nos ha golpeado con fuerza. Mediante bombas, en el centro de Oslo, y a través de una masacre, tiroteo, en un campamento de gente joven, también en Noruega. Decir que hace falta estar mal de la cabeza para realizar semejantes actos, es, a estas alturas, no decir nada. Quizás llegar a semejante situación, por parte del terrorista, sea el resultado final de toda una violencia vivida y ejercida a lo largo de los días, las semanas, los meses y los años.

PINTABA EN COLORES, por Justina Cabral, de Mar del Plata, Argentina



Pintaba en colores
la niña pintura
un mundo de lata
bajo la luna.

lunes, 8 de agosto de 2011

HISTORIAS DE HUMO, por Mariana Brunstein, de Buenos Aires, Argentina.

Entra al baño, ve su cara de siempre en el espejo, se quita su bata roja. El último se fue hace minutos. Detrás de la mampara de vidrio esmerilado suena el agua de la ducha golpeteando contra el piso de porcelana.
Se sumerge como quien inicia un viaje a un destino desconocido. Se refriega fuerte, quiere despojarse de su odio. Hace meses que se fue y ahora debe ganarse la vida como puede, haciendo la noche aquí y allá.
Cuando está quieta, siente que la fuerza del agua le despeja el alma. Entonces, huele un intenso olor a cigarrillo.

NOVEDADES EDITORIALES - UN APRENIZAJE O EL LIBRO DE LOS PLACERES DE CLARICE LISPECTOR

Dentro de su colección "Vereda Brasil" dedicada a autores clásicos y contemporáneos de la literatura brasileña Ediciones Corregidor presenta Un aprendizaje o El libro de los placeres de Clarice Lispector (1920-1977). La novelista que fue comparada por su estilo con James Joyce y Virginia Woolf e incluso con Franz Kafka.
            En el texto que se publicó en portugués en 1969 se ralata la historia de uan relación de amor y aprendizaje de Lori y Ulises, cuyos nombres aluden directamente al héroe mítico Ulises y a Lorelei, la sirena que lo encantaba con su canto. "Yo podría tenerte con mi cuerpo y con mi alma. Esperaré aunque sea años a que tú también tengas cuerpo-alma para amar (...) Mira a todos a tu alrededor y ve lo que hemos hecho de nosotros y de eso considerado como victoria nuestra de cada día. No hemos amado por encima de todas las cosas. No hemos aceptado lo que no se entiende porque no queremos pasar por tontos", reflexiona la amante.
            "Una mirada de mujer, quizá también una escritura de mujer. Clarice Lispector hincó en el mundo su mirada de mujer inteligente -esta es una precisión necesaria- capaz de captar las mínimas sensaciones, los mínimos detalles y de saber que nada, por pequeño o banal que parezca, carece de importancia", definió Elena Losada Soler, de la Universidad de Barcelona el estilo de la autora de La hora de la estrella.

viernes, 5 de agosto de 2011

EL AGUA DEL SAHEL, por Ramón Cabrera Naveiras, de España

(Este cuento ganó el primer premio de relatos cortos Villa de Salobreña 2007 – Granada -  y el primer accésit certamen de cuentos de Ibercaja 2007 – Zaragoza)


La vieja, en cuclillas, observa pensativa las dos lineas paralelas que ha trazado en la arena. Al cabo de un rato apoya la frente sobre ellas y murmura unas palabras que Njiain no alcanza a entender. Pero sí puede oir su respiración agitada y darse perfecta cuenta del leve temblor de su cuerpo. Es anciana, muy anciana. Nadie sabe sus años. Cien, doscientos, tal vez más. Domina la magia y nadie duda de que es capaz de comunicarse con los seres malignos portadores de enfermedades y desgracias que habitan allá donde la luz nunca llega.
La mujer extiende sobre los dos surcos, cruzándolos, la piel seca de un áspid que agarra por uno de sus extremos con la mano izquierda. La otra, entre cuyos dedos brilla la hoja de un cuchillo, la esconde a su espalda. Lentamente recorre con su lengua el pellejo en un largo beso lascivo. Un rastro de saliva humedece las escamas polvorientas del reptil. Todos saben que muchas serpientes venenosas son el disfraz tras el que a menudo se ocultan de la claridad, para atacar con una dentellada repentina y mortal, los moradores de lo oscuro.  Njiain ha de confíar en la hechicera, en sus poderes, en la sabiduria que acumula tras tantos años de vida. La observa en silencio, respetuoso, acurrucado en un rincón de la choza, atento a cada uno de sus movimientos impregnados de misterio. Cree entender que ese beso es un acto de sumisión previo a la rogativa por la salud de Eirhuna. Por eso se alarma cuando, con la velocidad del rayo, la mano oculta de la vieja clava el cuchillo en la piel del áspid y la cubre con arena. De sus labios escapan extraños silbidos y un hilo de baba que le recorre el mentón. De pronto se retuerce, gime, extravia la mirada, se desploma y hunde el rostro en el suelo. Nada en ella se mueve durante unos minutos que a Njiain le resultan eternos. Teme que esté muerta, que los demonios agazapados hayan sido mas fuertes que sus sortilegios y que Eirhuna y el hijo de pocos meses no tengan salvación. Un escalofrío de desesperación le sacude de la cabeza a los pies.
Suspira aliviado al advertir que la anciana respira. Y que al rato, con esfuerzo, se levanta, se sacude el polvo de sus pobres ropas y sin decir palabra recoge sus cosas: un capazo, unas piedrecillas de colores, el cuchillo, la piel de serpiente, el bastón en el que se apoya al caminar. Ya en la puerta extiende la palma de su huesuda mano derecha a Njiain, que deposita en ella un saquito de grano. Lo sopesa, asiente con un movimiento de cabeza, da media vuelta y se aleja renqueando. A los pocos metros detiene el paso y se gira.
-Tu esposa va a sanar y con ella vuestro hijo –dice-. Eso es lo que la tierra me ha dicho. Se cumplirá. 
Njiain la pierde de vista bajo la nube de arena que levanta el viento, abrasador como un ascua. El Sahel, una extensión pedregosa y árida, de matorrales raquíticos, que se prolonga hasta el infinito, arde bajo un sol implacable.

jueves, 4 de agosto de 2011

CON LA BOCA LLENA DE VERDADES, por Eva Marabotto, de Buenos Aires, Argentina

Cuando hacía mucho frío, me gustaba meterme en una cabina de gas que todavía está en Misiones y Rivadavia. Era una fábrica enorme con montones de medidores. Pero los fueron sacando y quedó un hueco donde me acomodaba con mis cosas y pasaba la noche. Ahí guardaba unas cuantas mantas que encontré por la calle y una almohada apolillada.
            Si alguno me ganaba de mano y se metía en mi casilla, lo corría a las  patadas y a las  puteadas. Pero a veces el que estaba adentro estaba mamado o pasado de poxi y costaba despertarlo. Otras, eran pibes que la cana había rajado de adentro del cajero del Banco Provincia de Rivadavia. A esos no me animaba a echarlos. Prefería irme a la Recova y hacerle el tiro a alguna de las mujeres que duermen ahí. De a dos se duerme más calentito y ni hablar si se te acomoda al lado algún perro callejero.

miércoles, 3 de agosto de 2011

SOJAK, EL PRISIONERO, por Federico Rodríguez, de La Plata, Argentina.

Tenía veinticinco años cuando me mandaron a la Tierra del Fuego y tiraron mis huesos en un calabozo de reclusión solitaria. Fue el 6 de Agosto de 1905.
Un crimen me arrancó de Boedo y me trajeron encadenado a Ushuaia. Yo, José Sojak, el hombre invencible con el cuchillo, el macho que sabe la letra de todos los tangos, terminé acá, donde los vientos disgustan y deslumbran a los navegantes de ayer y hoy, donde la colonia de Sarmiento murió de hambre.
En los presidios están los hombres condenados a vivir aislados debido a algún delito cometido.
Crimen es una palabra amplia, por eso los presos la dividen jerárquicamente: yo no hablaría ni nunca sería amigo de un ladrón o un violador, no me rebajaría con aquellos cobardes que nunca vertieron sangre.
¿Por qué me encerraron?

lunes, 1 de agosto de 2011

SINFONIA PARA LA LIBERTAD, por Silvia Suárez, de Martínez, Argentina


Noviembre de 1939.

“Austria es Alemania y antes o después de la guerra volverá a formar parte de Alemania.” Se escucha gritar al Führer. La Austria natal de Alban había perdido su nombre. Se lo habían arrebatado los alemanes. Ahora la llamaban Ostmark y era una de las siete provincias que engrandecía la Alemania de Hitler.
Afuera, cae la nieve. Los abotinados pasos montan guardia sobre la plaza Domplatz. Desde abajo de la tierra, se escuchan los lejanos acordes del piano. Alban está componiendo su concierto N° 4. Concurría al Conservatorio de Salzburgo cuando estalló la guerra. Encontró un pronto refugio en uno de los subsuelos de la Catedral. Un piano  abandonado ofició de compañía.  Mi techo es el cielo., se decía para sí, luego que una bomba dejara desnuda de cúpula, al hogar elegido por Alban.

NOVEDADES EDITORIALES - EL CEMENTERIO DE PRAGA DE HUMBERTO ECO

Después de siete años sin publicar novelas, y  a treinta del éxito de El nombre de la rosa, Umberto Eco lanzó hace algunos meses El cementerio de Praga, publicado por Lumen de España.
            Para volver a la ficción Eco eligió una historia de intriga y simulación que reúne a personajes ilustres y otros desconocidos que atraviesan acontecimientos relevantes de la Europa del siglo XIX como la revolución de Garibaldi, la Comuna de París y el caso Dreyfus.La trama narra la historia del capitán Simonini, un falsificador de documentos que escribe su biografía.
            "Me da vergüenza ponerme a escribir, como si desnudara mi alma", comienza Simonini, un italiano del Piamonte, residente en  París en una trama de falsificación y espionaje político que emparenta su historia con el folletín y, a la vez, rinde tributo a las novelas de Alejandro Dumas, que se convierte incluso en un personaje fundamental de la historia..
            Umberto Eco nació en Alessandria, Italia, en 1932. Es ensayista, novelista  y profesor en la universidad de Boloña. Escribió El péndulo de Foucoult, La isla del día de antes, Baudolino y La misteriosa llama de la reina Loana.