Yo no sé si el vagido de lo humano
que turbó la poiesis del planeta
encerró la promesa recoleta
de un Edén propiciado por lo Arcano.
Y tampoco me consta, aunque me inquieta,
que del cielo no baje, ante el reclamo,
esa Paz tan ansiada a la que amo
¡conjunción de armonía asaz completa!
Busco la Paz con signos de utopía,
imaginando un mundo de posible
conjugación de mente y fantasía.
Dirijo el alma hacia lo imprevisible
Bajo la piel, hambriento de armonía,
mi corazón la intuye ¡Inextinguible!
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