Profundo
jardín de la inconstancia
de sombras y
escuálidas figuras
desdenes de
flores que no abrieron
abruman la
penumbra,
cayendo en
abismos admitidos
que anhelan
la sangre que no corre
de bosques
insondables... Sin alivio...
Penetra abre
y clava tu egoísmo
que un rayo
de luna me distraiga
de tinieblas
de quebrantos y desdichas
que aún estoy
despierta y respiro
y el
cansancio lo soporto
y aún no
quiero dormirme, no es el tiempo
mi sangre
arde aunque tardes...
Matemos el silencio de las horas
atrapemos los minutos y segundos...
¡Que el espanto tarde mas de lo debido!
No quiero dormirme todavía
¿no sabes que aún no es tarde?
Los pájaros cantan y se mueren
y el último canto es el mas fino.
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